Fragmentos que más que el todo, teoremas de secreta voluntad de instantes. El insaciable vértigo hacia la palabra, con el temblor de una enunciación que va a revelarse indestructible, el poema, dirá la autora de diversas maneras, vence al tiempo.
Venablos es el impacto sobre un estar en la incesancia escritural que convive con textos en los bordes del asedio, con Errancias del ayés y Conversaciones con Žižek, conforman una ruta clandestina de coincidencias, interacciones, transformaciones, como una pintura en la que el artista rectifica levedades y conduce la expectativa y el efecto por diferentes recursos. En Venablos se revela el recorte y el transcurso de la insistencia en redefinir el sentido.
Oitos Rossi.
Del libro Venablos:
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La composición anamórfica se desvanece para quien adentrándose en el misterio asimila el valor de las palabras y asume las estrellas como los marineros, acercamiento, descubrimiento, resplandor, aunque estaban allí la mirada es nueva, islotes sin derroches, cristales, el lugar del brillo de los no lugares, mis pensamientos.
En el cuento interminable, las mismas cuestiones, una y otra vez es el rizoma de las inconsistencias de la evolución. La palabra, el artificio que finge el instante; la geometría, que articula el sinfín, entre ellos, se construye el pensamiento para dar cuenta de las perplejidades que, como un nervio, atraviesa la arqueología de un vacío que se llena con la tensión con que la existencia intenta procurar un sentido.
En El Pallo Gelao, Ana Abregú ironiza sobre las torceduras de la naturaleza, el lenguaje, las singularidades del progreso, y las incógnitas de la realidad que trastorna la lógica del tiempo –ajeno al latido de los relojes–, con que la expresividad intenta reconstruir el mundo.
A través de los ojos de este personaje, El Pallo Gelao –algunos lectores lo encontrarán familiar–, cuya circularidad perturbadora no encuentra sosiego; enfrentado a la propuesta de Ana Abregú expresa una ruptura –quizás un fin–, en un recorrido por algunos enigmas de la biología, la matemática, la historia, la filosofía, la cuántica, la vida.
Oitos Rossi.
“Nada literario me (le) es ajeno”, podría decir (y decirse) acerca de un libro como el que viene a continuación. Declaración audaz, pero verdadera: desfilan en esas desbordantes páginas textos, referencias, sobreentendidos, alusiones, reflexiones, el universo de la literatura en fin, una constelación de palabras, que son también conceptos, mediante los cuales Roberto Ferro trama una relación pasional (e intelectual) con la literatura de su tiempo y en la que resuenan ecos de la gran literatura de todos los tiempos.
Noé Jitrik
Novedad: Si en Atrave(r)sar –poemario anterior–, Ana Abregú desafió a la vivencia como forma de acceder al lenguaje, a partir de incisiones y fragmentos que pueden leerse como poesía y que cuestionan la idea de legibilidad y permanencia que cada texto logra con su significado, en Antí(eu)fon(í)as presenta una serie de secuencias que montan y desmontan pequeños dioramas donde la poesía aparece ya no como certeza, sino como posibilidad.
…
Los textos de Antí(eu)fon(í)as buscan su propio tempo mítico más allá de todo mito, donde la partitura no empieza ni termina (porque no es relevante ni el inicio ni el fin), no así la escritura que fue una ilusión (como si todo nunca hubiese sido escrito) de una persona ensayando el delicado sonido de un estado transitorio cercano a la antropofuga, una hormiga que lleva la materia prima directo al reproductor de la melodía.
Nicolás López-Pérez, Rancagua|Chile, 28abril/18mayo-MMXXI
En numerosas oportunidades he señalado que entre los varios intereses y obligaciones vinculadas a mi trayectoria intelectual, tanto en el ámbito académico como en el campo literario latinoamericano en términos amplios y no restrictivos, surge una constante: mi interés por las teorías de la lectura y por la actividad crítica vinculada a esas especulaciones. Para cumplir con el deseo que mueve mi vocación, para hacerme cargo de las travesías con las que recorro los textos que leo y sobre –en toda la amplitud de sentido de esa preposición– los que escribo, el ejercicio de la crítica debe perturbar, trastornar, desmontar, las certezas de los saberes fundados en el pleonasmo y asumir los riesgos que supone aceptar que no hay significado oculto a develar, no hay secreto en la infinitud del sentido, sino flujos de diseminación sin fin. A diferencia de los otros libros en los que he compilado mis ensayos críticos, el título de El aparejo de un crítico es una tentativa de poner el foco en el proceso material de la lectura, sea cual fuere la teoría o la poética que guía cualquier tipo de aproximación al sentido de los textos literarios, diría que, sin excepción, comparten ciertos gestos en la práctica concreta.
Jorge Cáceres.
Este es quizás, el recorrido de una obcecación; artículos sobre literatura, reflexiones, comentarios, vivencias; publicaciones en la era de la Internet, que discurre entre lo comunicacional y la literatura; en este texto la autora se propone dar cuenta de sus obsesiones, inquietudes de una escritora que ha emprendido la épica de la literatura; texto ecléctico, iniciático, que analiza recursos poéticos, literarios, herramientas que los escritores despliegan. Se leerá sobre autores disímiles como Salvador Elizondo, José Emilio Pacheco, César Vallejo; poéticas y textos en un amplio extremo temporal; monstruos literarios que asedian a Ana Abregú.De esto estamos hechos, de palabras.
Oitos Rossi.
Macedonio/ Para empezar aplaudiendo es una pieza teatral que pone en movimiento la obra de un escritor argentino paradigmático, maestro y modelo de la generación de Florida. Jorge Luis Borges comentaba haberlo admirado hasta el plagio. Liliana Heer logra traducir el pensamiento de Macedonio Fernández a una lengua constantemente alusiva, muy familiar al lector macedoniano, pero también capaz de contener a quien no pasó el umbral de las escrituras del autor de Papeles de Reciénvenido. Las voces y los ecos de seis personajes -El bobo, Desandar, Layda, Tantalia, Aspirante a Genio y Macedonio- son la usina de esta inigualable invitación a escena, precedida por veinticinco textos escritos por veinticinco especialistas en Macedonio que conforman los Prólogos de este libro a semejanza de la Novela de La Eterna. Los dibujos de Vanina Muraro, con sus líneas silbidos, hacen presente la dimensión creativa de los protagonistas.
El dispositivo narrativo de la saga de Jorge Cáceres, que se continúa con la novela Todo viene del pasado, se da leer como una polifonía de voces y perspectivas diversas puestas en juego a través de los relatos de personajes atravesados por las intervenciones del protagonista. Las operaciones excéntricas de las historias tejen y elucidan conjeturas; las voces imbricadas y las conspiraciones solapadas se suceden en las secuencias de acontecimientos plurales y sinuosos, como si el azar se complotara al poner en tensión la sutil diferencia entre el original y la copia, entre la verdad y la falsificación. Jorge Cáceres, un vendedor de libros raros, vive y reflexiona a partir de los artificios de la omisión y de la labilidad de las máscaras. El diferimiento de voces, como recurso de elisión, configura un sistema paradójico que hace de esta novela una notable variación de la narrativa policial negra. Roberto Ferro, consumado innovador de las convenciones del género, construye el entramado de Todo viene del pasado desde la mirada estrábica de su protagonista que persigue una incógnita velada en las cartas de Manuel Puig.
Ana Abregú.
"Capone en Septiembre" es una pieza de escritura poética teatral con siete episodios, equivalentes al Séptimo Círculo del Infierno de Dante donde están los que se enfrentan contra un tercero, contra sí mismo o contra Dios. Angie, la protagonista, anhela ser rescatada por Al Capone. Su familia representa la mediocridad, los lugares comunes, el vivir atada a prejuicios. Contra este modelo, ella habla del olor, expresa su rechazo, se escapa, maldice, y ante los “¿Por qué?” maternos responde siempre: “Porque el amor huele”. La realidad política desencadenada por la ley Volstead vuelve a ser paradigma y motor del binomio prohibición-violación. Vemos desplegarse en diversos tonos el mito Capone junto al diagrama de una realidad institucional cómplice.
Nicolás López-Pérez (Chile, 1990) concentra & procesa los rudimentos de su propia fe literaria, la de una obra monumental, una obra capaz de volver a escribir los vínculos de la experiencia entre la vida y lo que el lenguaje ha dejado marchitar para El mundo de las palabras y los hechos. Tipos de triángulos es una pequeña máquina de sueños y poesía, conducida por la energía y las formas que se transforman en el ajuar de una casita que no solo es literatura o alguna profesión de ética o estética. Sus partes se encuentran desperdigadas en ningún orden en específico, son escombros que respondieron frente a la enervante y lapidaria normalidad infundida por el tiempo presente, ese luminoso movimiento perpetuo. Este libro funciona, transcurrida la ascética fragua de un albur que propone su primera muestra, cuando ya no se habla de selección u antología, sino un vistazo hacia algo que está siendo. Y que perfectamente podría dejar de ser. Contra toda esperanza, el día de mañana o cuando su lectura sea obsoleta.
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Dédalo o repesando la novela lírica.No puedo escribir sobre Dédalo de Ana Abregú sin pensar que finalmente la literatura y la poesía son un enorme tejido de redes sinápticas que saltan y trasmiten, que fluyen y conectan entornos y abren nuevos diálogos. Ahí donde alguien termina un poema, yo empiezo otro y tal vez tú, lector, al escuchar el mío, empieces otro y sigas tejiendo el diálogo de un extremo a otro: pieles y lenguajes, signos y sentidos, calles e itinerarios abiertos sobre el siseo del respirar, en la plenitud del arder. La poesía como una experiencia creativa escrita en tiempos de coronavirus y de futuro incierto.Ahí yace lo vivo del canto, la continuidad donde renace el autor en lector que es autor de otro lector. La poesía como una gran Matrix de voces y diálogos, símbolos y atentados o tratados mentales; oscilaciones entre Vallejo y Juan Ramírez Ruiz; y atrás, Eguren, Adán, Ricardo Palma, jugando billar y tomando un té con eucalipto: el arte poético en la era de Internet, justamente, se hace un software de mente en mente, crece como virus y expande su entidad. En, y desde, Latinoamérica se alzan todas estas voces atadas a la lengua global como a su caos. Arder (gramática de los dientes de león) es la gramática de un sueño que se hizo poema, cuaderno, calle, manifiesto del cuerpo y sinapsis; y Des(c)ierto, la continuidad de un sueño que solo es posible en el lenguaje, y que gracias al lenguaje se hace vivible, posible, moldeable, triturable, habitable; escritos en las calles y vacíos de las ciudades del Perú. Y Semen, simetría del joven sol, que es mi primera novela y también un cuarto repleto de sensaciones y palabras, cuerpos mojados e inexorable vida. Somos literatura, texto, el jadeo del signo....Julio Barco. Seremsa, junio 2020.
Reseña del libro:
Dédalo by Ana Abregú
Dédado es una novela que trata sobre la épica de un poeta cuya épica es la poesía. El poeta, en viaje hacia el amor, retorna; en el medio el quiebre intempestivo de la pandemia. La bisagra imprevista, que es también un desvío de la épica del protagonista.
La historia que se cuenta en Neón tiene tres personajes principales: la Costurera, el Viajante y el Alcaide de la prisión; caracteres prontos a ejecutar el dominio con brutal desgarro. La protagonista fue Celadora en la cárcel del distrito y devino Costurera no solo de telas, también del himen de las novias de los presos. Nunca ha sido mujer de un solo hombre, convive con un ex presidiario convertido en Viajante, pero desde su nacimiento pertenece a Alcaide, su Tutor. Esta atractiva obra, dividida en tres partes, expone las peripecias de personajes adictos a rivalidades, mentiras y traiciones. Liliana Heer una vez más embiste convenciones produciendo en el lector un duelo entre la realidad y los tesoros de la imaginación. Estamos frente a una narradora hábil en agudizar tensiones, donde los acontecimientos interpelan. "Los personajes comienzan a expandirse, esperar encapuchados la aparición de algo desconocido". Tal vez, la mayor eficacia de Neón mar el efecto cresta de ola: deleite por los contrastes violentos, simultaneidad de escenas, diálogo entre palabra e imagen.
Las acciones de los personajes de Señales del tacto de Ana Abregú no transitan narrativamente un camino previsible, no se dirigen de un punto de partida, inscrito ya de antemano en el movimiento inicial. Tampoco se dirigen a un lugar en particular, no quieren llegar a ninguna parte. Es como si se recrearan en el movimiento mismo, aleatorio, fortuito, sin fin. La narración los arroja a una red de senderos azarosos, unas veces convergentes, otras veces disidentes, que más que responder a un destino prefijado, parecen estar ahí tan sólo para evidenciar su precipitado: la ausencia de todo punto de partida previsible. La novela despliega un conjunto de alusiones explícitas y referencias trasversales a la conjunción perceptiva de la mirada y el tacto, poniendo en tensión la temporalidad existencial y el trascurso con que la escritura lo representa. En Señales del tacto la percepción se relaciona de forma estrecha con el problema de la figuración de la realidad. La novela de Ana Abregú despliega una luminosa prosa narrativa, con ritmo que fluye con dominio y destreza, y una inteligencia que irrumpe en cada página y que vive en los personajes con lucidez seductora. Señales del tacto es la confirmación de la emergencia de una voz de un tono distintivo en el panorama de la literatura argentina.
Roberto Ferro.
Jorge Cáceres sigue el rastro de un libro de Marcel Proust en una edición de lujo que incluye dos cartas valiosas del escritor que, al parecer, ha llegado a Buenos Aires hace más de ochenta años. El libro ha ido pasando de mano en mano y se convierte en el verdadero protagonista de la historia; sin embargo, una serie de inesperados y brutales sucesos interfiere en la búsqueda de Cáceres: desde el otro lado del Atlántico una sórdida conspiración se ha puesto en marcha para apropiarse del legado de una cuantiosa herencia. Roberto Ferro teje una trama en la que se entrecruzan la crítica literaria y el policial negro, en una urdimbre que instala al lector en un despliegue narrativo que lo atrapa desde el principio. En esta novela de atmósfera y ritmo apasionantes confirma a Ferro como uno de los escritores contemporáneos de mejor estilo y mayor capacidad en la realización del thriller. Y tendrá tus ojos atrapa al lector desde las primera líneas y lo desafía a enfrentar un relato del que difícilmente podrá despegarse.
En la intimidad de una voz femenina, Antalia, programadora, busca insertase en una sociedad donde las exigencias colocan en relieve la calidad de los conocimientos y entra en permanente conflicto con su yo interior. Intenta ser dueña de sí misma enfrentando la soledad, la transgresión y las tentaciones. Antalia, la protagonista de esta novela, ingresa en un sanatorio donde se realizan experimentos médicos. La novela propone conflictos interiores entre las personas y los aspectos de la investigación en medicina, donde el factor humano condiciona los resultados. Ana Abregú, la autora, ha publicado el libro relatos, “Adelaida Sharp en tu tiempo”, la novela “Paranoxia Dalí”. En El espejo deshabitado, la escritura ecléctica de la autora es una revelación. Karen Eden.
Jorge Cáceres que está transitoriamente trabajando en la Biblioteca Nacional de Florencia, recibe un telegrama de la hija de su mejor amigo Miguel Vieytes, comunicándole que su padre ha muerto. Regresa de inmediato a Buenos Aires para descubrir que lo que ha sido escenificado como un suicidio en realidad fue un asesinato. La investigación que emprende lo lleva por un oscuro laberinto donde hay otros crímenes y la revelación atroz de la muerte de una niña como parte de un comercio infame. Cáceres revela el centro del secreto donde se oculta una siniestra confabulación. Desde aquella ventana es un retrato caracteres, de clases sociales y de valores, un thriller de factura impecable en el que el suspenso acecha al lector en cada página. Para narrar esta historia, Roberto Ferro despliega una escritura deslumbrante que consigue crear una trama obsesiva envolvente y pulcra en todos sus detalles. Tercera zaga de las peripecias de Jorge Cáceres. Fuera de foco es la segunda entrega. El otro Joyce es la primera.
Apareció un extraño en la villa de Gaspé, en Canadá, que dice pertenecer al lugar; Se hace llamar Davis, aunque, por momentos, Dalí se entromete en su cuerpo y mente. Los misterios son suscitan, acompañados de los rumores y asuntos extraños que ocurren; El trasfondo de la guerra no mejora la situación. El texto desovilla el proceso de la creación de la identidad, o de su desaparición o conversión. La memoria como la búsqueda y el destino, entre otros arcanos, son los materiales de este texto, que se traducen en una sinuosa perspectiva, sin embargo, los problemas de todo el proceso de guerra implican e involucra cualquier parte del mundo, y la revelación del misterio será sorprendente.
Paranoxia Dalí by Ana Abregú
My rating: 5 of 5 stars
¿Es o no es Dalí? La épica de la identidad recorre una grieta en el pasado del pintor, del cual este libro es la única revelación. Los amantes de Dalí, amarán este libro, los detalles y circunstancias, irrefutables.
Liliana Heer encuentra en la temporalidad del amor un vehículo para realizar su poética -más allá de la causalidad del relato clásico. Nicole y Jota viajan a Serbia, viven en una barcaza, son testigos de los efectos de una guerra, visitan la casa de la poeta Desanka Maksimovic, conocen a los actores de Teatro Vuk, se divierten con ellos en una noche inolvidable. Como en un escenario, los cuerpos se transforman en la encarnación de su imagen desnuda, mitológica y carnal. “Un hombre y una mujer. La extrañeza. Algo perdido siempre.” Para que lo perdido regrese, para que los cuerpos dejen de ser espejismos, para que la desnudez cubra lo desnudo, el amor trama sus signos en la ilusión o el hábito de una carne atemporal. A veces relato que no cesa; a veces sol, sol diferido y deseado, sol: después.
La delicadeza con que la autora describe las fuerzas que actúan en el hecho creativo me conmovió profundamente. El relato, minucioso en los detalles y espacial, transporta al lector a un mundo lejano y misterioso y al mismo tiempo conocido, por el hecho de ser profundamente humano.
A poco de andar estamos allí, sintiendo lo que sienten, viviendo lo que viven, oliendo los perfumes de las vides y danzando. Es la magia de este texto maravilloso, apolíneo y dionisíaco, que nos enseña que en el arte somos marionetas de algo más grande y poderoso que nosotros mismos.