Mosaico |
La poesía como pasión por el lenguaje. Y padecer, un salto de fe desde la mente al mundo. La mente como un viaje cada vez, como un producto histórico. Y el poema, en verso, en prosa, de una tradición, de una generación, de una refundación necesaria, de un tour de force es una gran categoría de la mente. El poema nunca es el mismo que escribimos. Cuando lo escribimos. Algo se pierde en la transfiguración del lenguaje. Julio Barco (Lima, 1991) lleva casi una década labrando una poética volcánica urbana-digital a flor de piel, en tecnicolor, en una hiperrealidad que sale y se mete en la cabeza, y con una cuya sonoridad que es ir aprendiendo a domar las pasiones en la soledad, de la música de un lenguaje en llamas que no se consume. Este poeta ingresa y egresa en la vida misma, intercala ritmos, blancuras de página, torrentes de intensidad, intertextos; interviene creativamente la entropía y genera una obra sui generis en la poesía latinoamericana. Nicolás López-Pérez |
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